la noche me sorprende quemando rosas en un lavabo
y la luna se revela como un mineral endémico
de tu cuerpo
soy como el agua agitando su rendición sobre el fuego
sin tus ademanes que hablan con el humo
sin tus rodillas que son mis guardianas
sin el corazón secreto que me entregas cuando duermes
al alba
vibro en las acrobacias del silencio
para sentarme en lo más alto de la bruma
a esperar tu voz con el teléfono entre mis manos
pero de pronto los escucho
los animales de la distancia me miran
desde su imposible pelaje
vienen a lamer mi cama
sus cuerpos largos y delgados
como vértebras del aire
me declaran parte de la manada
llámame
llama
Claudia Berrueto